viernes, 22 de julio de 2011

[la copiona.]

hace mucho tiempo, cuando la navegacion por el ciberespacio me regalaba mas cosas de las que uno espera, encontre esto. lo guarde con la intencion de compartirlo, desmenuzarlo y asimilarlo, para tener siempre mas razones para leer, para escribir y para crear (y creer). ahora, luego de todo ese tiempo, lo comparto, para que me ayuden a desmenuzarlo, asimilarlo, y para no perder de vista lo verdaderamente importante.

Cae el tiempo sobre nosotros
como los bloques de hielo
que rompen la tierra

Ahora hay que programarlo todo
hacer hueco en la agenda.
Concretar la manera, el día, el lugar
y confiar en que no surgirán imprevistos

Nos absorbe la vida, o quizá la muerte
con un tornado que no vimos llegar

Ya no recorremos las calles
en aquel coche viejo
a las tres de la mañana
con las ventanillas abiertas
y la música ensordeciendo el corazón
Nos tragábamos la ciudad (¿recuerdas?)
el ron y las salivas sin darnos cuenta
de que siempre hay una grúa
dispuesta a cambiar el pavimento

Me pregunto dónde perdimos
la improvisación
Dónde nos abandonó lo espontáneo
lo que surgía sin más

Hoy pedimos permiso al pasado
para podernos mirar a la cara
Escuchamos el ronco lamento
de las heridas que nos gobiernan
y cuestionamos el presente a su trasluz

¿Cómo pudimos dejarnos vencer así?

¿Cómo?

1 comentario:

Anónimo dijo...

...aún no nos dejamos vencer, copiona. felizmente, aún no.