martes, 11 de enero de 2011

para el dia mas capicua del año.

(un homenaje chiquito para dos de mis cosas favoritas: el azul y el mar).

mis ojos ven tu mar,
y se pintan de azul.
tratan de mirarte para que no tengas esa pena.
mis ojos te ven. no creen que te ven, simplemente lo hacen.
mis ojos te sonrien, y acompañan ese cerebro que a veces piensa mucho.

(pedazo de pensamiento/conversacion/abrazo para uno de mis angelitos).

domingo, 9 de enero de 2011

la perfeccion.

desde chiquita me he esforzado mucho por hacer las cosas perfectas. he tratado de ser la niña que siempre tenia buenas (buenisimas) notas, que hacia cosas fuera del colegio (y bien), que destacaba en todo lo que se metia a hacer.

cuando llego la universidad fue casi igual. apendice, ius, el estudio, voluntades. todo tenia que estar perfectamente cuadrado y coordinado con las demas cosas que me hacian ser el robotito gordito y perfecto.

hace unos dias me di cuenta de que esa perfeccion no era parte de mi. que esa perfeccion no me hacia (ni hace) feliz. sino era una forma de contentar a los demas. que era una forma de demostrar que puedo hacer todo (o casi todo) lo que me dicen que haga.

pero no funciona asi. me di cuenta de que tambien puedo hacer las cosas mal y equivocarme. tambien puedo aprender lento y caerme (de todas las formas). tambien puedo tomarme un tiempo mas y respirar, andar sola y seguir con lo que quise empezar.

no rendirme, eso nunca. pero tener mi aire, mi luz, mi tiempo y mi espacio (*) para asimilar, entender, aprender, recordar y aplicar todo lo demas. sin presiones, sin contentar a nadie mas que a mi. solo eso.

(*) poema genial de bukowski.

miércoles, 5 de enero de 2011

hoy me copio.

DALO TODO, DALO AHORA.

Una de las pocas cosas que se acerca de la escritura es esta: gástalo todo, dispáralo a bocajarro, piérdelo sobre la marcha, una y todas las veces que sea preciso. No conserves lo que parece provechoso para más adelante, para otra fase del libro: dalo, dalo todo, dalo ahora. El impulso de reservar algo bueno para un lugar aparentemente mejor es la señal que se necesita para gastarlo ahora, sin tardanza. Ya aparecerá algo distinto, puede que mejor, más adelante. Estas cosas se llenan por detrás, por debajo, como el agua de un pozo. Del mismo modo, el impulso de guardar para uno lo que ha aprendido no solo es vergonzoso, sino que es destructivo. Todo lo que no dé uno libre y abundantemente termina por perdérsele. Uno abre un buen día la caja fuerte y se encuentra con cenizas.

Anne Dillard
Vivir, escribir

(creo que es mi mejor forma de empezar el año, porque no pueden haber palabras mas exactas. gracias hemanitanega por compartir.)