
creo que uno no se da cuenta de cuan grande es el mundo hasta que se enfrenta con un pedacito de el. cuando, por circunstancias que a veces no podemos justificar ni explicar ni entender, tenemos que salir y quedarnos en algun sitio que no tenga a "lima" como nombre.
a mi me toco conocer el mundo cruzando el charco, en berlin. creo que aun era algo niña como para irme 10 meses a vivir sola a alemania. y debo confesar que cuando ya todo era un hecho, moria de miedo. por irme, por dejar lo conocido (fuera bueno o malo), por enfrentar todo eso nuevo que te dan cuando sales. por finalmente ser grande y hacer todo por ti misma. desde lavar tu ropa hasta dar un examen oral en otro idioma. eso da (mucho) miedo.
pero, a pesar de todo(s), pude salir. y estuve 10 meses en esa ciudad maravillosa que me regalo mucho mas de lo que yo pude ofrecerle. que me enseño mucho mas de lo que mis cuadernos estaban acostumbrados a apuntar. y fui feliz. muy.
ahora, a casi cuatro años de haber regresado (sin querer hacerlo), y con una vida que tomo un rumbo algo inesperado, puedo decir gracias una vez mas. por 10 meses con hojas otoñales y atardeceres naranjas. por 10 meses con mucho frio y algo de nieve en epoca navideña. por 10 meses de cenas con los dos angelitos italianos a los que tenia por vecinas. por 10 meses con una compañera de bandera totalmente distinta a mi, pero totalmtente indispensable. por 10 meses de extrañar, pero sabiendo que estaba creciendo, y que me gustaba ese proceso. por 10 meses de berlin. puro y sin manchas. de ese berlin que me gusta tanto y al que volveria sin pensarlo siquiera.
[y es que despues de cuatro años, un blog a cuestas y mis infulas de cuasiescritora, es lo minimo que podia hacer: rendirte mi mas profundo homenaje. gracias por el aprendizaje berlin. y por enseñarme que el mundo es en realidad mas grande de lo que uno esta acostumbrado a pensar.]
No hay comentarios:
Publicar un comentario