hace unos dias, y gracias a uno de mis angelitos preferidos, me puse a leer (una vez mas) mis cuadernos. y aunque recurro a esas letras cuando la tristeza me invade al punto de no dejarme en paz, debo confesar que esta vez fue diferente. y lindo.
relei lineas que casi tenia olvidadas y me rei mucho. ver mi estilo, mis formas, mi redaccion en algunos casos me hizo darme cuenta de que (hasta cierto punto) he crecido, y que el otros sigo siendo la misma niña de siempre.
revise mi propio baul interior y sonrei. porque el balance general, al final de esa revision, fue mas que positivo. porque tengo lineas, y aun muchos cuadernos que llenar, y eso es bueno siempre. porque aun quedan hojas en blanco por ser llenadas, y eso me anima a seguir viviendo para tener historias que contar.
recorde los 20, los 22, los 24. recorde viajes, colores, cielos, lagrimas, abrazos, miradas, sonrisas, lluvias, gente. recorde lo bonito que es poner en letras todo (o nada de) lo que te pasa. recorde la urgencia, las ganas de ganarle a la mano para poder escribir todotodotodo. y sonrei una vez mas.
retome la costumbre. de leerme, de leerle a alguien mis lineas (aunque aun muera de miedo), de querer escribir con papel y lapiz (o azul, o negro -todo depende de la situacion-). retome la idea de saber que aun puedo, que aun quiero. que esa urgencia no se ha ido. y sonrio una vez mas.
[graciastu por ayudarme a hacer todo esto. tequieromucho.]
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