desde hace unos meses me embarque en una aventura maravillosa que implica una nariz roja y mucha sensibilidad. un viaje en montaña rusa en el que te muestras tal como eres y no tienes miedo al ridiculo. y desde hace esos meses vivo un poco mas feliz.
el aprendizaje es diferente, divertido y duro. y las ganas de saberlo todo y hacerlo todo me ganan, y hacen que mi nariz sude y se rompa. pero hacen que se mantenga conmigo todo el tiempo, como una nueva compañera a la que he aprendido a amar con todas mis fuerzas.
hace poquito tuve un nuevo taller. 2 dias, 14 horas y muchos juegos. 20 personas que, igual que yo, fueron con todas las ganas de jugar, experimentar y dejar salir a ese payaso que les ayuda y los alimenta tanto.
y esas 20 personas se convirtieron en mi tribu por esos 2 dias. fueron mis (nuevos) amigos, mi (nueva) familia, mis pilares para poder ser yo y no tener miedo. con ellos jugue, mire, sonrei, almorce, dormi. con (y de) ellos aprendi, y me diverti muchisimo viendolos con esa nariz roja con la que ahora me identifico tanto.
y mi tribu se mantiene, aunque no la vea todo el dia durante dos dias y aunque no sepa cuando los vuelva a ver. se mantiene porque un pedacito de sus corazones ya se instalaron en mi, y yo he dejado un pedacito de mi vida en ellos tambien. se mantiene porque compartimos una pasion y una forma de ver la vida que solo los locos (y estas tribus) tienen.
gracias personas. por compartir, enseñarme y aprender conmigo.
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