todos luchamos siempre para poder recordar cada detalle de las cosas que nos pasan. sea bueno o malo, nos esforzamos por recrear en nuestra mente todos los episodios de nuestro dia, de nuestra semana, de la vida en general. renegamos cuando a veces nos cuentan como eramos de chiquitos y no nos podemos acordar mas que por las palabras de los demas, y no por nuestras propias sensaciones.
y yo, con mi excelente memoria sensorial, puedo recordar cosas que mucha gente de repente no guarda en la memoria. porque tatuo cada momento que es digno de recordar, para poder mirarlo cada vez que me provoque.
hace unos meses me he convertido en una tatuadora profesional, y guardo muchas sensaciones y momentos en las partes mas proximas de mi cabeza, para poder mirarlas cada vez que me provoque. porque la sensacion que me producen es linda. todas las veces y a pesar de todo.
a veces el proceso duele. a veces el tatuaje es algo doloroso y queremos dejar las cosas asi, superficialmente.
(no se dejen. sean mas fuertes que ese dolor.)
yo no me dejo. me gusta tener la mente llena de tatuajes lindos, dulces, graciosos, tristes, molestos. me gusta poder mirarlos y saber que he vivido. que estoy viviendo. y que aun hay mucho espacio para seguir llenandome de ellos.
y sigo viviendo.
para luego poder mirar mis tatuajes y saber que lo hice bien.
(y que me gusta estar viva.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario