cuando era chiquita tuve un perro que fue el cuarto hijo de mis papas por mas o menos 14 años. es bonito ahora recordar cuando saltaba de cama en cama, cuando se comia mis pantuflas, cuando se robo una vez la comida hecha por mi mama para nosotros, y como mi papa lo bañaba con tanto cariño. y nunca entendi muy bien por que es que la gente quiere tanto a los perros, porque para mi era como una "costumbre" tener una mascota.
el fonzi (mi perro afgano, el cuarto hijo de los la torre) murio hace un poco mas de 10 años. y no habia pensado en tener otra mascota, hasta que mi esposo me lo propuso. y luego de varios meses de pensar, dudar, discutir y demas, decidimos tener un cachorro.
optamos por un bulldog, y fuimos a un criadero donde la mama recien habia parido 6 crias. las fuimos a ver, y quede enamorada de todos los cachorros. pero como suele pasar, me enamore un poquito mas de una hembrita marron claro, con una mancha blanca en uno de los ojos. se le veia tranquilita y quieta (a comparacion de todos los inquietos hermanos cachorros que la acompañaban). cuando le pregunte si queria irse conmigo, me lamio la mano, asi que tome eso como un si.
unos dias despues, nos entregaron oficialmente a matilde. era una beba gorda y hermosa, y tanto chiki como yo nos moriamos por jugar con ella, correr, subirla a la cama, hacerle cariñito, todo lo que implica tener un cachorrito en la casa. se nos partia el corazon cada vez que teniamos que ir a trabajar y la dejabamos sola. y moriamos de amor cuando llegabamos a la casa y la veiamos saltar y correr alrededor de nosotros.
han pasado varios meses, y matilde ha crecido y sigue siendo hermosa. y esta primera prueba de "maternidad canina" es toda una aventura. es lindo saber que puedo cuidar de un ser vivo, que puedo quererlo y que ella me quiere de vuelta (me lo demuestra todos los dias cuando llego a la casa y baila "jueves de pavita" para mi).
eres un exito matilde. gracias por ser mas que una mascota.